viernes, 17 de agosto de 2012

Nuevo amigo: Yote

Hola a todos/as!
Estoy muy pero que muy feliz. Cuando me dijeron de venir a otro país, y México en concreto, me propuse disfrutar todo lo que hiciera, conocer a personas sin importar la nacionalidad, empaparme de las experiencias vividas cada minuto y hacer cosas buenas.  Y lo que me propuse poquito a poquito se está cumpliendo, disfrutar estoy disfrutando (he eliminado las siestas de mi vida), conocer ya conozco a personas de todas partes (también españoles) y en cuanto a las experiencias y cosas buenas, está siendo una pasada.

     


Uno de mis propósitos desde que era pequeña fue tener un perrito y no hay mejor manera que adoptando a un perrito de la calle.

La historia de nuestro amigo Yote comenzó antes de ayer. Íbamos paseando por la Avenida Juarez, Hugo, Vachy, el alemán Eric y yo de camino a la casa de Sara a tomar unas chelas, pero cuando íbamos caminando de repente un perrito joven, no más de 4-5meses, nos adelantó, y a la que pasaba dijimos ¡Anda!¡Parece un coyote!, parecía un zorrillo y comenzamos a silbarle y llamarle, y comenzó a seguirnos todo el largo camino hasta casa de Sara, unos 20 minutos y ya le teníamos tumbado plácidamente con nosotros. Decidimos llamarle Yote, y le dimos agua, pavo y alguna salchicha, pues estaba muertito de hambre. Para más inconvenientes, empezó a llover muchísimo y claro, no podíamos dejarle a la intemperie, así que agarramos un taxi y metimos a Yote dentro. Una vez en casita, empezó el debate con nuestros roomies para ver qué hacíamos con él. Le dimos de comer y agüita y llamamos al casero Damian para avisarle. Yote está en casita hasta nueva orden, le estamos cuidando y desparasitando, ayer le bañamos y quitamos garrapatas y pulguitas a mano (sí, yo, Alba la escrupulosa, ha perdido todo el escrúpulo que me quedaba), y ahora le tenemos a dieta de arroz porque está malito de la tripa.


En serio, no os podéis imaginar lo bonito y bueno que es, ayer cuando nos íbamos a la universidad, dejamos a Yote en el jardincito de la entrada, se quedó medio llorando e intentando salir, pues bien, cuando íbamos caminando a agarrar el taxi a unos 200 metros de nuestra casa, ¿Quién apareció corriendo hasta nosotros?, pues sí, Yote, que se creía que le abandonábamos. Le llevamos a casita y le metimos en el patio interior. 

Después estuvimos en la bienvenida a la universidad, y como no podía ser menos, nos recibieron con un grupo de 8/9 mariachis. Nos pidieron que cantáramos, y os podéis imaginar quienes cantamos, los españoles claro está, y el resto de guiris nos hacían los coros. En fin... así funciona México =), después, nos agruparon por nacionalidades para pedirnos unos documentos y luego nos invitaron a tacos. De vuelta rápido a casa porque estábamos deseando ver a Yote, ¡qué majo! nos recibió feliz de la vida y nosotros claro está encantados también.




No sabemos qué pasará, pero de momento... tenemos un nuevo amigo y acá ha sido nuestro gran descubrimiento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario