martes, 4 de diciembre de 2012

Caminando por GDL


Empieza una nueva serie de entradas, historietas que van ocurriendo por estos sitios, a ver si poquito  a poco puedo ir escribiendo, pero sin emocionarse demasiado que ahora que he ganado algo de vida social que terminé mis materias, pueda hacer algo más como... un proyecto de bronceado en pleno mes de diciembre! Quizás no debería haber dicho esto ¿no es así? Podría herir la sensibilidad de mucha gente ahora mismo encebollada allí por "las Españas".



Caminando por GDL 1: 

Historias de una peregrina


Era Sábado, serían las once de la mañana y Lorenzo ya calentaba desde bien temprano. Yo caminaba con la mirada perdida, mis pasos automáticamente guiados no necesitaban de mi consciencia para caminar rumbo la parada del 45. Solo se requería algo de atención para cruzar las calles y para no tropezar con los baldosines levantados que las raíces de, lo que denominamos Vachy y yo como "Dragos Milenarios", se empeñan en levantar. Pues bien, una servidora llega a dicho punto, y como viene a ser norma, me recuesto en la valla-muro donde los días de diario se pone un delicioso puestecito ambulante de frutas. Una vez recostada, analizando el porqué de la injusticia humana para tener que salir a esas horas un sábado, comienzo a mirar a mi alrededor. El sol seguía calentando, cada 5 minutos parecía que un grado más, y cuanto más lejos mirabas en la calzada y en la superficie de los coches ahí estaba ese oleaje trasparente que reflejan las superficies en forma de calor. Pues bien, fenómeno del calor o de la vida en general, ante mis ojos apareció un hombre, y no un hombre cualquiera, no era un chavo de buen ver, no, a esas horas no sería posible, sino que era un ilustre personaje que yo rápidamente pude identificar.  Ante mis ojos, y unos doce pasos de distancia, apareció desde detrás de una palmera ni más ni menos que el mismísimo Santiago de Compostela, fue una mera aparición, pues este peregrino continuó su camino sin detenerse. Yo profundamente asombrada, creí estar en tierras gallegas, pero dicho trance me duró solo un suspiro, mi ensoñación cesó y yo impaciente miraba rumbo a donde tenía que venir mi camión. No habían pasado ni 5 minutos cuando noto una presencia más apoyada en la misma valla que yo. Sí, era él, el mismísimo Santiago de Compostela. 

Don Santiago, pues así le bauticé desde el minuto uno, vestía idénticamente igual que en este dibujito, era alto y espigado, tenía una barba blanca y frondosa, y su vestimenta era como la de este dibujo pero de un color más verdoso. De complementos utilizaba una especie de bolsón/zurrón como la del verdadero Santiago, un bastón largo con una   cascara de fruta pegada y con formita de arco, por último y como no podía ser de otra forma un sombrero con una concha. ¿Era o no Santiago de Compostela? ¡Claro que sí! 


 
- Buenos días señorita -Pronuncia el ilustre peregrino.

- Buenos días -Contesto aturdida yo.

- Me preguntaba si usted se dirige a la feria -acariciándose la barba.

- ¿A cuál feria me dice? No sabía que había una feria.

- ¡Ah! ¿Usted no va a la feria Hare Krishna, señorita? 

- ¡No! Yo no voy hacia allá, voy a una tutoría a la universidad. 

- ¡Vaya! Pues debería ir.

- ¿Usted va hacia allá entonces?

- Sí, claro, y usted señorita también debería ir. Podría llevar a su galán, y si no lo tiene, cosa que lo dudo porque está bonita, puede ir sola, allí conocerá a alguno seguro.

- ¡Oh vaya! Lo pensaré.

- ¡Vamos! Y aunque vaya con galán, puede cambiarlo si le gusta otro más.

Lamentablemente se rompe tan emocionante conversación, el camión 45 llega, y Don Santiago y yo tenemos que subirnos a él. Muy amablemente Don Santiago me deja subir a mí primero con muy caballerosas formas. Yo subo, entrego mi boleto y muestro la credencial y me voy a sentar. No hay muchos asientos libres, solo individuales, con lo que yo me voy a uno de ellos. Allí me siento y cuando sube Don Santiago, todas las personas del camión le miran con el mismo asombro que yo, pero nuestra conversación no puede seguir, 4 asientos nos separan, pero como buen peregrino, me saluda desde la distancia.
Unos 12 cuadras más tarde, Don Santiago, se levanta, y se dirige a la puerta para bajarse rumbo a su tan ansiada feria. Yo en mi asiento le observo de reojo, y qué ocurre para mi sorpresa, antes de bajar, Don Santiago voltea para verme y dice "Señorita, un placer y muchas gracias".
Medio camión voltea para ver a quién hablaba tan ilustre pasajero, 40 miradas puestas en mi persona, pero nada importa, ese día estuve con Santiago de Compostela.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Esta cocina es un infierno (parte 2)


Y continúo en el punto apasionante que lo dejé la vez pasada...

Una vez empiezas a comer… ya sin sentirte pegajosa, algo extraño se percibe, siento una extraña presencia, sí, un pequeño picor y un zumbido. Eso lo dice todo, pLutos mosquitos de los coYones, ya está, se han dado el festín y sin ensuciar ni una pLuta sartén. Mi rico momento de disfrute se diluye y como no vivo tranquila compartiendo mesa con mosquitos decido subir a mi cuarto a rociarme del líquido antimosquitos que huele a fregasuelos, pero ya muy segura desprendiendo tal hedor, me bajo renovada y feliz a la cocina. 

Cuando vuelvo a entrar… tengo visita, Mota intentando saltar y alcanzar mi comida, y bueno, aunque ya ha crecido, no alcanza, pero eso no le preocupa en absoluto, tiene los ricos pies de su amada amiga para devorarlos y mordisquearlos a placer. Le regaño y en tono muy convincente le digo “MOTA, NO, ESO NO” (todo ello agarrando a Mota tumbadita en el suelo para que no se mueva), paro, me vuelvo a sentar y ahí vuelve otra vez a morderme. Resignación y solo me queda rezar que algún compa venga para que los mordiscos se repartan entre hermanos.

Los macarrones ya están fríos pero da igual, muero de hambre, y frio o caliente soy una excelente chef. Bien, termino de comer, si hay alguien más (casi siempre alguien merodea con monchis por la cocina) un poquito de sobremesa, y ¿ya me voy a descansar o a hacer otra cosa? No, para nada de nada, hay que fregar lo sucio como buena moza. Antes de nada te dispones con una cucharita a retirar del friegaplatos, y más concretamente del desagüe  los restos de lo que fueron las 3 comidas precedentes a la tuya; intuyo que fueron una ensalada cesar, el guacamole que me unió a la mesa contra mi voluntad y arroz.  Muy dispuesta ya de hacer la buena acción del día (limpiar un cuchillo que yo no ensucié) me avalanzo sobre el fregadero pero algo me detiene con una hostia, mi cabeza, la estantería y el ansia por dejar ya todo limpio nunca fueron compatibles. Bien lastimada sigo con mi tarea, y como sigo siendo buena moza, dejo todo reluciente, incluido ese cuchillo que yo no manché. Dejo todo secándose me seco las manitas con la toalla más sobada de la historia y listo.

Sales de la cocina, sientes liberación, tienes el estómago lleno, cuatro picaduras más, un chichón y ya descargaste un chingo de adrenalina, genial… ya estoy deseando que llegue la cena!!

martes, 6 de noviembre de 2012

Esta cocina es un infierno (parte 1)


Les voy a describir a modo de novela “El perfume”,  yo Alba Cervantes de Saavedra, una de las experiencias que aún nadie osó a narrar.

Es hora de apreciar la seguridad que da tener tu cocinita propia en  tu ciudad, Madrid. Es hora de añorar el lavavajillas, de echar de menos la vitrocerámica, las cazuelas, la nevera, los tupers, la mesa, las banquetas, el micro, las estanterías,  y en definitiva, todo lo que hay dentro de la cocina. Y no solo añorar todos los complementos sino las condiciones de estos.

Nadie dijo que convivir con 14 personas fuera algo fácil, nada de nada, pero cuando pones un pie en el suelo y de repente notas que algo cruje ahí abajo (y no es madera) o simplemente te cuesta despegar el pie algo más de lo normal a la hora de caminar (y no se te ha enganchado el cordón del zapato),  te das cuenta que algo pasa ahí y de la dificultad de tener una cocina tan limpita como la de Argüiñano.

Un minipeldaño es lo que separa la casa del cuarto más transitado y con más conflictos de toda la casona Montenegro –Así bautizamos tanto a la casa como a la familia que vivimos-. Para traspasar esa frontera te preparas a conciencia, una respiración profunda y a armarte de valor para encontrarte cualquier cosa.
Ya estás dentro bien, pues quiero comer, estupendo. Sorteo la mesa, esquivo las endebles sillas que se tronchan tan fácil como rodilla de una servidora, y consigo llegar a la estantería de nuestros enseres. Bien, hoy tuve suerte, vengo con las ideas fijas de lo que quiero comer, y sí señores, mi suerte continúa, ayer hice la compra y sé que tengo todos los ingredientes que necesito -OH YEAH SOY UNA CRACK, si me viera mi madre y mi abu.. dirían “estás hecha una moza!”- pues sí, abro la nevera y recurro a la caja donde precintadas están mis cosas y las de Vachy (compartir con mi matrimonia es vivir). Pero… ¿qué ven mis tapatíos ojos? ¿Ratas? No… a eso se le llama roomies capullos, para qué hacer la compra si alguien compró lo que tú necesitas. Unos cuantos improperios (pinches gordos culeros, cabrones, pendejos, chinga su madre…) y todo ello desemboca en un cambio de menú. All right, la luz en mí, ya tengo los ingredientes para el nuevo platillo y… habrá que prepararlos. Voy en busca de los utensilios y… ¿Qué pedo? Se me había olvidado que antes de cocinar tenías que limpiar lo que las puercas ratillas utilizaron para comerse tu comida. Bueno me vale madre, nadie estropeará mis deliciosos macarrones con salsita de tomate y verdura. 

Una vez ya te abres paso para cortar y picar todos los ingredientes entre la jungla de bolsas y  demás cositas desperdiciadas por la encimera, dejas todo listo cocinándose. En ese ratito (aquí el tiempo es oro) aprovechas para charlar con alguna ratilla o compa humilde, para tender la ropa (que hace una hora terminó de lavarse), para chismear sobre lo ocurrido con tu comida y… hecho, platillo preparado. Por último, te preparas en la plancha unas tortillitas de harina para acompañar la comida (¡dónde quedó el currusquito de pan pan!) y ya por fin colocas tu plato, con tenedor, vasito con bebida, aderezos y ya puedes empezar a babear.  Antes de sentarte, te aseguras de que la pata zamba de la silla se encuentre paralela a las demás y ya pues apoyas tu culillo. Ahora ya bien acomodada y dispuesta, algo nuevo sucede de repente, te dispones a apoyar tu codo en la mesa para alcanzar a agarrar la sal, algo va mal, muy mal, no consigo moverme, como de “superglú” se tratara… algo me impide despegarme. Se barajan varias opciones, la primera opción es guacamole, la segunda opción aderezo picoso y la tercera opción una mezcla de las otras dos, ¿qué será?, no preguntes, despégate y pon el plato en la zona pegajosa para que no volver a caer en la trampa…


… pero la aventura continúa señores, pero ya el próximo día hoy que se hizo demasiado larga…

lunes, 29 de octubre de 2012

Desaparecida no, disfrutando!!!


Qué no panda el cúnico!!! Sigo aquí!!!


Hace ya bastante que no escribo, y no es por falta de cosas que contar ni mucho menos, pero me he dedicado a disfrutar de todos y cada uno de los momentos, espero se comprenda, al igual que también he estado haciendo ciertas gestiones que  algunas se han realizado y otras están por confirmarse y os contaré.

En realidad no sé que más expediciones hemos hecho, que otras ciudades hemos visitado desde la última vez que escribí, lo que si es cierto es que poquito a poco, México nos está atrapando un poquito más. Esta entrada es un cuanto chafa, sin chichilla y sin chismes pero os pongo al día nada más.


Estamos llegando o más bien sobrepasando el ecuador de nuestra establecida estancia aquí en Guadalajara, y ya empezamos a mirar con recelo el calendario que tan rápido se dedica a agotar los días. Empiezan las añoranzas, los sentimientos contradictorios, pero lo bueno es que sentimos la tranquilidad de estar rodeados de personas que día a día nos cuidan, se preocupan nos apoyan, y por qué no decirlo, nos quieren. No es nada, pero nada fácil vivir ciertas situaciones a tantísimos kilómetros de nuestras casas, pero las cosas pasan cuando tienen que pasar y no hay más remedio que enfrentarnos a ellas cuando suceden, y de verdad reconforta sentirte querida por gente aquí tan lejos. Pero a miles de kilómetros también llega el cartero con noticias de lo más estupendas, de hecho me gustaría compartir la genial noticia de que mi primita Ester en unos mesecitos volverá a ser mamá de un nene que sin duda será guapísimo y al que su hermanita Clau cuidará un montón ¡¡¡qué alegría recibir noticias así!!!



Respecto a las gestiones… como ya puse en CaraLibro, me han aceptado convalidar las prácticas que estoy realizando aquí en Guadalajara por las que tendría que hacer el segundo cuatrimestre en España allá donde Cristo perdió la chancla, en Guadarrama ni más ni menos. Me da mucha felicidad, porque la neta es que estoy disfrutando muchísimo de la oportunidad de verme totalmente involucrada en casos con niños y que tú vas a ayudar. Salir de una consulta y que tanto los niños como sus familiares te regalen una sonrisota y muestren un instante de felicidad en sus caras de verdad no tiene precio, vuelves a casa sabiendo que ayudaste y eso da un subidón bien padre. Además estoy aprendiendo muchísimo de muchas áreas y de todas las personas que me rodean en la Unidad de Atención de Neurociencias en la que estoy.
¡¿Qué más puedo pedir?!

La segunda de las gestiones y que todavía no queda confirmada, es la posibilidad de que alargue mi estancia aquí en México, obvio sin beca y con la necesidad de trabajar para vivir aquí, pero con la oportunidad de seguir atendiendo y aprendiendo en la Unidad y la intención de aprovechar la ocasión de colaborar y realizar una investigación con fines de publicación, suena estupendo, pero es que pinta aún  mejor, con lo cual… esa gestión es la que me está ocupando ahora bastante tiempecillo en la cabeza y me encantaría se confirmara.

Y bueno… esto es un pirrinín lo que está pasando ahora en mi vida muy por encimísima y en los próximos días prometo os contaré uno de los fines de semana más impresionantes y mejor aprovechados de hace un chingo de tiempo.


Como véis sigo vivita y sí lo diré, FELIZ

jueves, 20 de septiembre de 2012

"Balanceándome"


Mes y medio 


Después de ya estar asentada, es hora de hacer un poquito de balance.

La vida en Guadalajara es peculiar, bien peculiar.

Me gustaría hablaros  del ritmo, éste es como caótico, a veces los tapatíos jalan (tiran) de ti de un lado a otro, casi todos los días siempre hay muchas posibilidades de hacer un poco de todo, pero la velocidad a la que lo hacen es pausada, demorada, con calma; cuando vi como funcionaban pensé “este es mi lugar”, pero aunque me estoy haciendo a la idea de no dejar de andar de un lado a otro, el ritmo “ahorita” hay días que me consume, sí, es como si en cada palabra contaran todo un cuento, y en cada paso demoraran todo un camino, pero así es la neta, todo con la calma, quizás dentro de un mes pueda decir que  al menos parcialmente curé mi ansiedad por llegar tarde a los lugares, pero a día de hoy todavía me enervo bastante con este tema.
Al mismo tiempo, la ciudad de Guadalajara tiene grandes contrastes, de la noche al día hay un cambio de lo más radical. Poco antes de amanecer la gente se prepara “apresuradamente”, los carritos y puestos ambulantes de comida van saliendo a las calles como hormigas en fila, preparando con sospechosa higiene los trocitos de carne y fruta que luego con aderezo picoso devorarán a todas horas los estómagos curtidos jalicienses y algún que otro estómago forastero. Pero una vez el sol ya asoma, la gente se echa a las calles, los fresas a sus carros y puedes encontrar personas por todas partes, trabajando, caminando, platicando o sentados en una esquina mirando los quehaceres del resto, pero no te sientes sola, si quieres platicar siempre habrá dispuesto alguien a darte plática o ride si no tienes idea de como llegar a tu destino. Pero a medida que el día avanza y la tarde va llegando la gente parece escapar antes de que llegue la noche, y cuando está ya está aquí, solo las luces rojas de los taxis y los focos de unos tímidos carros parecen seguir con vida, en cambio, nosotros, atrevidos o simplemente que nos negamos a dejarnos atrapar por este hábito, procuramos que nuestro día tarde un poco más en morir y tratarnos de no resignarnos a la oscuridad y al temor que como gatos al agua tiene acá.


En cuanto a la gente, también se pueden apreciar marcadas diferencias, en cuanto al tema económico, ya mismamente desde la ruta de mi camión (la 45 por si alguien le da curiosidad) puedes apreciar como se distinguen las zonas y las gentes. Por ejemplo, cuando agarro el camión en la zona nueva y financiera de Chapultepec por la calle López Cotilla puedes ver por la mugrienta ventanita del camión, tanto cochecitos como casas bien pintonas hasta llegar al centro, pero a partir de ahí la ruta cambia, las calles y las casas se dan codazos las unas con las otras, los baches se hacen norma en la carretera y los coches van pretendiendo funcionar aunque muchas veces sin éxito completo.
El siguiente punto de conflicto es la comida, cuando llegué me negaba a tomar cualquier cosa de la calle, ya que no es nada recomendable si como antes mencionaba no tienen un estómago curtido, pero según los días pasaban y el hambre se presentaba en mitad de la nada, allá donde miraba siempre había un puesto o tienda de tacos, es por eso que desde varias semanas atrás deje de hacer ascos, aparté mi  esencia tiquismiquis y me lancé a comer como tapatía. El resultado es un tanto contradictorio, si bien mi paladar va encontrando agradable la comida en cierto modo algo picosa (exceptuando el jodido cilantro que a asco me sabe), mi estómago opinó que me estaba flipando demasiado, que cortara el rollo, y me devolvió el favor agarrando una chistosa bacteria (écoli o salmonella) que seca me dejó en unas horas. Pero no hay problema, de momento, ya hubo reconciliación y procuramos cuidarnos un poquito para que el desencuentro no se vuelva a producir.
Y qué más ¡ah sí! Para terminar me gustaría dejar un poquito más claro el tema de la seguridad, no sé si es que estamos un poco ciegos o sordos, que no miramos la televisión (cosa que es cierto) ni leemos la prensa (a menos que paremos por un kiosquillo a curiosear), pero la neta es que de momento aunque sí que siempre hay chismes relacionados con temas chungos de narcos, muertes y bloqueos, aquí en Guadalajara estamos bien, nosotros al menos,  el punto es no meterse en malos rollos, andar con cuidadín y sobretodo si no podemos ocultar nuestra cara de forasteros no más, no nos vean perdidos como pollo sin cabeza.

En definitiva, vamos a estar unos mesecitos por acá, al principio todo son diferencias pero poco a poco estamos aprendiendo tanto a comprenderlas como a valorarlas, de eso se trata ahorita, es por eso que me está encantando esto de conocer completamente de nuevas tanto la gente como a la cultura en la que vivo, y qué coñe, que puedo decir que estoy feliz.


lunes, 17 de septiembre de 2012

Lo que hay que ver... la neta

Buenas!!
 después de un largo letargo, he sufrido enfermedad y diversión en altas dosis, y otra vez me he atrevido a volver a escribir por estos lares. Hoy no veo la necesidad de restregar a nadie el paraíso que hemos visitado y lo bien que lo hemos pasado, eso será en otro momento, hoy, por el contrario he decidido comentar ciertas peculiaridades de la vida acá; por eso de que soy un poco TOC, voy a enumerar y comentar 3 peculiaridades que he ido viviendo:

1.- Docilidad mexicana.
Estos carteles, son la equivalencia de los vados españoles, o lo que viene a ser el "aterrador" -llamo a la grúa-. Aquí no se andan con chuminadas, para qué pudiendo lanzar un mensaje claro y conciso, la neta yo creo que habría que ir sustituyendo las placas de los garajes de España por éstas, menos gruas y más llaves! Dí que sí!
Advierto, no es coña, lo he visto ya en muuuchos lugares y la verdad es que yo en la entrada de mi garaje en Madrid disfrutaría cuando los jodidos carros se paran para comprar un pLuto chicle en el chino de al lado.


2.- Ovación en el camión.
El camión acá en México suele ser el transporte más concurrido como podéis comprobar. Se caracteriza por su nauseabundo olor en muchas ocasiones, su carencia de limpieza (es fácil quedarse pegado a las barras, aunque quizás mirándolo por el lado positivo quizás es un servicio más para no salir rebotados en algún socabón), y por último, por no aburrirte en ninguno de los trayectos, siempre puedes observar a los demás personajes (me incluyo) o vivir experiencias como la que me pasó el otro día. Pues bien, subo al camión y una niña de unos 5 años, llora y grita desconsoladamente, y yo pienso "Pobre, que sofocón lleva, ahorita se le pasará", y así fue, ahorita se le pasó (a la media hora redujo su intensidad de jodienda la pinche niña). La gente que se subía intentaba calmarla, preguntar por su mamá y cuestionarse acerca de como callarla. La mamá estaba, sí, sentada e impasible, como si disfrutara con que su hijita jodiera nuestros tímpanos, y en cuanto a los mecanismos de silenciado... ninguno funcionó, ni los gritos de la gente para que callara (insultos, imporperios hacia la mamá claro) ni la comida y chuches que la niña pudo zamparse cual oso de zoológico, nada, nada de nada. Pero algo insólito pasó, cuando por fín la niña y la madre hicieron el ademán de moverse para bajar... un mar de vítores, gritos de celebración y un sonoro aplauso empezaron a sonar, paseillo a la mocosa y a la madre, y luego todos tan tranquilos, así es México.


3.- Peligros en la vía pública.
Así es, ya he comentado que las calles son  un poco desastres... tienen sus peligros ya que hay un 99,9% de posibilidades de que haya tropezón cada vez que se sale a la calle, ya vayas por la banqueta (acera) o por la carretera. Los coches tienen que tener jodida la suspensión, pero ¿y nosotros? La verdad es que los dedos gordos de ambos pies se encuentran ya resentidos de patear lineas del piso. En contra de lo que podéis pensar, yo aún no he mordido el suelo (toco madera a la vez que lo escribo), pero gente de mi familia acá, lo ha mordido bastante bien, pero nada comparado con otro wey de mi familia, no solo lo probó sino que antes de ayer mismo, fue succionado por un agujero/alcantarilla cuando caminábamos placidamente en una bonita noche lluviosa de pLuto tormentOn. Cuando nos quisimos dar cuenta... ¿Qué pedo? ¿Qué haces ahí dentro? La verdad es que nos dio risa, todos los huesos estaban enteros, y no hubo que lamentar mordidas de cocodrilos, por lo que... una anécdota necesaria para que andemos con mil ojos.



Ya cambiando de tercio, no quiero dejar de Felicitar nuevamente a mi querido hermanito Mrio y a mi mamá, que este fin de semana fue su cumpleaños feliz y no he podido estar con ellos para achucharles, pero bueno, creo que algunas sorpresas que han recibido no les han sentado nada pero nada mal jiji.
Os dejo aquí el vídeo que le hice a mi hermano, con la ayuda de amigos y familia mexicana:



Un beso grande para todos, volveré pronto!





lunes, 3 de septiembre de 2012

Se me acabó la flojera!!

Sí, lo sé, ya era hora de volver por acá pero es que créanme que no he tenido tiempo para muchas cosas, y claro, este blog requiere de un poco de tiempo y dosis de ingenio que estando totalmente atolondrada es difícil que pueda conseguir.

Pues mirar, yo creo que la última vez que escribí fue cuando Yote, nuestro querido perrito se nos fue por las montañas del Mazamitla, el pueblo mágico que visitamos. Pues bien, esa semana estuvimos un poco apenados porque no entendimos que con lo bien que podía vivir con nosotros se fuera a otro lado, pero bueno, son cosas que pasan y ya comenzamos a planear nuestro siguiente viaje.

El siguiente de nuestros destinos fue Guanajuato, ya fuera del estado de Jalisco.

 La aventura comenzó antes de llegar a la central de camiones. Empezó a llover en el centro antes de agarrar el camión para ir a la central, sacamos nuestros bellos chubasqueros y por sorpresa rápidamente conseguimos poner rumbo a la central. El problema es que íbamos con la hora pegada, el camión empezó a recoger a todas "las gentes" (como dicen acá) y en cuanto bajamos del camión echamos a correr con nuestros macutos en plan Pekin Express. Logramos llegar y después de mucho barullo, de que no quedaban plazas y de que nos teníamos que dividir en dos grupos para seguir rutas distintas, no me preguntéis cómo, pero acabamos los 8 en el mismo camión rumbo Guanajuato. 
El camión de la compañía Primera Plus, es de esos buses que te tumbas totalmente, que te dan refresco, lonches y demás para el viaje, así que fue muy cómodo. El problema principal, es que hacía dentro un frío que pelaba, de hecho, nuestro querido "culo prieto" Richard, se puso tan campante su pijama encima bajo la atenta mirada de mi cuate fresa de asiento.
Una vez llegamos, agarramos otro camión hasta el centro de la ciudad y empezamos a buscar hostal. Después de mucho caminar, y de regatear lo máximo posible el precio, conseguimos una habitación para los 8 viajeros por 180 pesos/persona, lo que vienen a ser menos de 12 euros las dos noches -nada mal-.
En Guanajuato todo era muy pero que muy bonito, conocimos a unos chilenos el primer día y estuvimos paseando por la calles de allí. Mientras unos escalaban a lo más alto de Guanajuato (valientes ellos), otros nos quedamos recorriendo por la noche las callecitas y tienda que había por ahí, y para sorpresa nuestra un grupo enorme de algo similar a la tuna, nos enganchó a Sara, a Tania y a mí para hacer de bailarinas felices, y de premio... saludar a toooodos lo miembros de la tuna -no saben ni na los pendejos-.
Luego nos fuimos a tomar unas chelas a un sitio con música en vivo y después una plática relajada en la terraza del hostel y ya a dormir que mañana sería otro día.

El recorrido del sábado fue: visita a las momias (Setenta y tantas personas momificadas naturalmente por las propiedades de la tierra, un tanto desagradable de ver), visita al centro de la tierra (bajamos y lo más importante subimos las jodidas escaleras de la mina la Valenciana como auténticos champions) y luego un paseito por el cerro en el que estábamos y a comer algo y a descansar al hostel un ratito. Después ascensión al pLuto cerro del Pípila (hombrecillo que inició y tuvo los Santos Eggs de plantar cara a los españoles), Allí las vistas preciosas,  llegamos de día, vimos el atardecer en lo más alto y nos quedamos platicando al anochecer. De vuelta, cenamos en un sitio de menú (acá comida corrida) y unos nos retiramos de cansancio y dolores estomacales al hostel, mientras otros seguían dándolo todo en un local de salsa.
A la mañana siguiente a recoger todo, a emparejar la decena de calcetines de mil tonos y colores dispersos por el cuarto y a "rezar" para poder volver a GDL sanos y salvos. Cosas que tiene México, de repente te enteras que todas las entradas a Guadalajara están bloqueadas por los narcos, que están quemando camiones y asaltando vehículos y que ya ronda por ahí el ejército y la policía (Uy sí, dónde va a parar, mucho más tranquilos). 

Hicimos alguna pequeña compra y no nos demoramos en ir a la central para agarrar el camión rumbo a casa. El viaje fue bien, a decir verdad, fuimos un poco con el culillo apretado pero al fin llegamos sin problema. Totalmente, el viaje mereció la pena. 

Durante la semana, vuelta a la "normalidad", cierto es que todos los días acá son bien distintos, y bueno es. Algunas clases, mucha tarea (aquí se flipan demasiado, parece el instituto) y ya pensando en la fiestecilla de Josa y Buba del viernes noche.


Pero antes, un nuevo miembro de la familia, llamó a la puerta de Montenegro, una perrita de solo un mesecito, llamada Mota, que nos tiene a todos ya babeando. Lo que no me es muy agradable, es lo de limpiar las pequeñas cacas, pues sufro del estómago y esto para nada lo facilita, pero bueno, está bien siempre que no las haga en mi cuarto, pero poco a poco irá aprendiendo.


El viernes, todos preparados para la fiesta, muchas risas y muuuuchas anécdotas variadas que siento no poder compartir con vosotros. Pero la fiesta no defraudó. Dormimos en Montenegro, Sara, Vachy y yo juntitas como buenas brothermanas, y ya al día siguiente nos fuimos preparando porque la fiesta continuaba acá en casita con musiquita y cerves. Todo tranquilito y bien, charlando y pasando un buen rato para luego pasear por la avenida de Chapultepec que había conciertos y demás cosillas.

El domingo, fue día de recomponerse, intentar adelantar algo de tarea meciéndome en la hamaca y ya pensar en los planes para la tarde. Esos planes en un principio serían los de ir al mercado de San Juan de Dios a ver que podíamos encontrar por allá, pero el mercado ya estaba cerrado y siendo como es ahora la semana de los Mariachis y la Charrería nos fuimos a un concierto a ver todo aquello.


Suuuuper bonito, cada vez Guadalajara nos va gustando más y más, así que... como siempre ¡la aventura continúa!

Un besito grande para todos.





miércoles, 22 de agosto de 2012

Mazamitla: Adiós Yote


Muy a mi pesar os tengo que comentar una triste noticia: Yote ya no va a estar más con nosotros, os explico; el viernes pasado decidimos irnos de fin de semana nada más y nada menos que a uno de los conocidos como pueblos mágicos. En un principio toda nuestra intención era pasar 2 noches en Tapalpa, pero debido a que una vez en los carros nos desviamos del camino correcto, decidimos ir a otro pueblo mágico llamado Mazamitla (para mí siempre será Matilda porque no lo consigo decir bien). En el camino amenizado por canciones salsonas y algún que otro bailoteo pudimos disfrutar de las hermosas vistas del gran lago Chapala, enorme y precioso, os lo prometo, nunca vi nada ni medio parecido, rodeado de montañas enormes y todo tremendamente verde, también a nuestro paso pudimos cruzar 2 pueblitos a orillas del lago que tenían un encanto verdaderamente particular.  Ya llegando a nuestro destino, debíamos buscar cabañas (no cabañas típicas de madera a lo cutre, no, sino casitas estupendas con sus jardines bien cuidados y sus magníficas vistas), y al final encontramos la nuestra, donde podríamos dejar a los dos perros que llevábamos y pernoctar Hugo, Sara, Dani, Josa, Vachy, Iván, Beto y Yo.
 Una vez asentados en nuestras humilde morada, bajamos al pueblo donde acabamos empapados en busca de bebida y comida para pasar una noche estupenda y un desayuno mejor. Cenamos en sitio de la plaza del pueblo unos tacos variados (barbacoa, chorizo y adobo) y alguna quesadilla y de ahí nos fuimos a casita con unos buenos paquetes de leña para encender nuestra chimenea.

La noche sin más fue espectacular, nos lo pasamos muy padre tomando y jugando a diversos juegos (cartas y demás), y cuando nuestros cuerpines no alcanzaban a dar más de sí, llegó la hora de dormir. Dormimos juntas Sara, Vachy y yo,  hacía tanto frío que nos metimos con forro polar, pañuelos y 8 mil mantas en la cama, pero a medida que pasaba la noche fue todo lo contrario ¡jodo qué calor!  Aquí en México pretenden volvernos locos, o te asas o te hielas.
A las 11 de la mañana amanecimos, y Sara, Hugo y yo nos pusimos a cocinar unas tortillas y huevos revueltos para desayunar con una buena salsita picante acompañada con un jugo de mango delicioso ¡Sabor!
A las 12:30 movilizamos a todos para hacer una caminata por la montaña, y la insistencia que tuvimos las mujeres en ir hacia allá, sin duda nos traicionó, digamos que acabamos reventadas subiendo las pLutas cuestas de la montaña, agotaditas acabamos, la resaca salió a la luz con retardo y no tuvimos más remedio que descansar en un llanito en medio del bosque mientras los perritos correteaban incansables. 

Una vez el descanso había acabado, pedimos “ride” y unos chavos nos bajaron en su “pick up” (o como quiera que se diga) a Hugo, Sara, Vachy, a los perritos y a mí, sin duda toda una experiencia que no podíamos dejar pasar. 

Ya en el pueblo, recorrimos las callecitas y puestos y comimos unas gorditas de frijoles con queso, chorizo y demás cosas buenas.
Cuando el resto de los chicos llegaron al pueblo (a pie, claro está), recargamos provisiones y compramos para preparar un deliciosa barbacoa a la mexicana. Sin duda, no decepcionó, los chefs Beto y Josa, nos instruyeron en el arte de los asados y no veáis lo bonitas y coloridas que son acá las parrillas.

 Entre chelas y comida el tiempo fue pasando y la noche llegó; hoy tocaba pasar la noche en la planta de arriba, también con chimenea, entonces subimos todos menos los perros. Un rato más tarde y cuando nos quisimos dar cuenta, Yote ya no estaba en el jardín, solo estaba el otro perrillo. Yote se fue, lo buscamos por todas partes pero no apareció y al día siguiente después de hacer una batida por el pueblito y preguntar a algunas personas nos dimos por vencidos, Yote se quedó en Mazamitla, tenía la oportunidad de vivir con nosotros como un rey, pero sin duda prefirió el pueblo y las montañas en lugar de la ciudad, quizás yo, sinceramente, hubiera hecho lo mismo. Esperamos y deseamos que nuestro pequeño Yote crezca sano por allá y quién sabe si algún día en estos meses nos le encontramos, vive en un pueblo mágico y… ¡Todo puede ser posible!


Por último no me gustaría despedirme sin hacer un guiño a mi “brothermana” Vachy que ayer cumplió 22 añitos. No todo el mundo tiene la suerte de celebrar su cumpleaños en México. Ayer la pobreta estaba un poquito malita, pero no hubo mucho problema, celebramos una cenita con algunos españolitos y los roomies en nuestra casa; pedimos pizza al domino’s y como tardó más de lo normal… nos salió gratis, luego cantamos el cumpleaños feliz en 3 lenguas y finalmente disfrutamos una deliciosa tarta de queso con zarzamora ¡Delicioso! El fin de semana si nuestros cuerpos se recuperan y/o no enferman volveremos a celebrarlo ya en modo party total.

¡¡Pongamos cara a casi toda mi gran familia!!

Ya después de aguantar esta parrafada me despido hasta nuevo aviso, donde os comentaré como fue mi experiencia universitaria acá.


Un beso enorme guapuras.



viernes, 17 de agosto de 2012

Nuevo amigo: Yote

Hola a todos/as!
Estoy muy pero que muy feliz. Cuando me dijeron de venir a otro país, y México en concreto, me propuse disfrutar todo lo que hiciera, conocer a personas sin importar la nacionalidad, empaparme de las experiencias vividas cada minuto y hacer cosas buenas.  Y lo que me propuse poquito a poquito se está cumpliendo, disfrutar estoy disfrutando (he eliminado las siestas de mi vida), conocer ya conozco a personas de todas partes (también españoles) y en cuanto a las experiencias y cosas buenas, está siendo una pasada.

     


Uno de mis propósitos desde que era pequeña fue tener un perrito y no hay mejor manera que adoptando a un perrito de la calle.

La historia de nuestro amigo Yote comenzó antes de ayer. Íbamos paseando por la Avenida Juarez, Hugo, Vachy, el alemán Eric y yo de camino a la casa de Sara a tomar unas chelas, pero cuando íbamos caminando de repente un perrito joven, no más de 4-5meses, nos adelantó, y a la que pasaba dijimos ¡Anda!¡Parece un coyote!, parecía un zorrillo y comenzamos a silbarle y llamarle, y comenzó a seguirnos todo el largo camino hasta casa de Sara, unos 20 minutos y ya le teníamos tumbado plácidamente con nosotros. Decidimos llamarle Yote, y le dimos agua, pavo y alguna salchicha, pues estaba muertito de hambre. Para más inconvenientes, empezó a llover muchísimo y claro, no podíamos dejarle a la intemperie, así que agarramos un taxi y metimos a Yote dentro. Una vez en casita, empezó el debate con nuestros roomies para ver qué hacíamos con él. Le dimos de comer y agüita y llamamos al casero Damian para avisarle. Yote está en casita hasta nueva orden, le estamos cuidando y desparasitando, ayer le bañamos y quitamos garrapatas y pulguitas a mano (sí, yo, Alba la escrupulosa, ha perdido todo el escrúpulo que me quedaba), y ahora le tenemos a dieta de arroz porque está malito de la tripa.


En serio, no os podéis imaginar lo bonito y bueno que es, ayer cuando nos íbamos a la universidad, dejamos a Yote en el jardincito de la entrada, se quedó medio llorando e intentando salir, pues bien, cuando íbamos caminando a agarrar el taxi a unos 200 metros de nuestra casa, ¿Quién apareció corriendo hasta nosotros?, pues sí, Yote, que se creía que le abandonábamos. Le llevamos a casita y le metimos en el patio interior. 

Después estuvimos en la bienvenida a la universidad, y como no podía ser menos, nos recibieron con un grupo de 8/9 mariachis. Nos pidieron que cantáramos, y os podéis imaginar quienes cantamos, los españoles claro está, y el resto de guiris nos hacían los coros. En fin... así funciona México =), después, nos agruparon por nacionalidades para pedirnos unos documentos y luego nos invitaron a tacos. De vuelta rápido a casa porque estábamos deseando ver a Yote, ¡qué majo! nos recibió feliz de la vida y nosotros claro está encantados también.




No sabemos qué pasará, pero de momento... tenemos un nuevo amigo y acá ha sido nuestro gran descubrimiento.


miércoles, 15 de agosto de 2012

Sábado, domingo y lunes, a cual mejor.


Tengo que comentaros que la vida en GDL es de lo más chingona. La gente si bien nos ha recibido con los brazos abiertos, nosotros no podíamos llegar de otra forma, sería... ¿cómo explicarlo?, sería de pendejos no más. 

El sábado pasado estuvimos en una fiesta a la que nos invitó Carmen, una chica española que ya hoy regresó para España. Allí estuvimos hasta tarde tomando algunos improvisados cócteles de lo más suculentos; los que más triunfaron son los que incluían kiwi licuado, una delicatesen, yo no dejaría de probarlo, que los kiwis en España solo son conocidos por sus efectos “José Coronado” o ahorita “Carmen Machi” y creerme que sirven para más. 

Pero todo llega  su fin, y si la bebida se acaba y los establecimientos dejan de vender alcohol a cierta hora, pues acá se va a “La Penca” un hipermercado  a más de 30 minutos del centro de Guadalajara a recargar provisiones donde va todo el mundo. Fuimos en el escarabajito de Beto, de copi Vachy, y luego atrás Kyle y yo, la ida sin sobresaltos, pero a la vuelta hicimos la de la empujada, el coche no arrancaba y un buen hombre nos tuvo que ayudar.
 Una vez de regreso, bailes (salsa, merengue y un infiltrado single de “Vaca-Pollo” interpretado por Sara) hicieron el resto  para terminar la genial velada de Carmen.

El domingo, después de dormir sin límite de hora, ya que nadie ni nada nos esperaba, decidimos irnos al centro de la ciudad donde había un festival y tocaban varios grupos. Después de hacer una especie de merienda de chelas (cervecitas) en casa de Carmen, ya nos fuimos al festival. Una vez en la cola para entrar, escuchamos los gritos de “¡Damas y niños por aquí!”, y claro nosotras obedientes a la poli allí fuimos. A las damas registro de bolsos, pero a los pobres hombres… una cola interminable para que los policía uno  a uno y contra la pared les cacheen como criminales, en serio, acojonaba bastante. Luego el concierto estuvo padre pero como casi todas las tardes y con más razón del huracán/tormenta tropical, empezó el diluvio universal y claro… tocó desalojar.

El lunes, ya estábamos pendientes de la llegada de Hugo, era por la tarde/noche pero ya teníamos ganas de que llegara, así que por la mañana no hicimos más que platicar con los geniales de nuestros roomies; es cierto, somos un grupo variopinto pero está muy pero que muy bien.  A medio día llegó otro alemán a la casa, un nuevo güerito (extranjero) que se llama Eric, y por la tarde nos fuimos a pasear hasta el supermercado para acompañarle y de paso comprar unos pimientos y comida que necesitábamos. Como ese día había que esperar a Huguito, no íbamos a salir, así que invitamos a tomar algo a casa a unos amigos mexicanos Beto y Buba,  a Sara y a otros compis españoles Iván y Dani. Como ya era la hora, las tripas empezaban a rugir con fuerza y por fin Hugo había ya llegado, entre cerveza y cerveza cocinamos una tortilla española. Para corrobora que nos había quedado simplemente deliciosa, pedimos al chef Manuel Salcido (un similar a Arguiñano pero de acá) que hiciera la cata, y para disfrute propio y también de nuestros huéspedes nos la aprobó y dijo que estaba muy rica. Después acabamos platicando  de todo un poco en nuestro porche particular, ¿y sabéis que? me dijeron los mexicanos que parecía una tapatía (gente de Guadalajara), cosa que me hizo ilusión aunque en realidad fuera un vacile más de los que se traen, pero orgullosa estoy de por un segundo haberme sentido tapatía, sí sí, una breve pero gran experiencia con la que poder irme a dormir.

Y bueno, hoy han pasado algunas cosas bastante interesantes, pero como todavía no puedo confirmar las totales buenas noticias… mejor lo dejo para la próxima jugosa entrada.

domingo, 12 de agosto de 2012

Chapulines, mariachis y riesgo!!

Lo prometido es deuda y aquí está el Catsup que no ketchup del McDonalds

También tengo alguna novedad que comentar de la experiencia acá. La primera podría ser que ayer decidimos Vachy y yo hacer la compra, y podríais decir UUUaaauuu qué interesante!!! Pues no interesante, sino el mayor coñazo de la historia. Si ya es chungo saber que es lo que quieres comprar en España, imaginaros lo que viene a ser decidirse entre mil tipos de comida y marcas que no conoces. Pues bien, estuvimos una hora y media como poco recorriendo a cámara lenta todos los pasillos, uno por uno, pero al final hicimos una buena comprita y bastante completa. De vuelta de comprar agarramos un taxi (ya lo digo así porque en 4 días no hago más que meter la pata) y el buen hombre taxista nos confundió con venezolanas por el acento - A saber qué acento!- llegamos después de perderle unas 20 veces y descargamos todas las bolsas, ¡por fin!

Otra novedad fue que por la tarde-noche nos fuimos hacia las afueras de la ciudad hacia una zona que se llama Tlaquepaque, para ir agarramos un "confortable" camión y una vez allí paseamos tranquilamente por sus calles, y la verdad que tiene encanto, sí sí, como dice nuestro colega Kyle, todo es "muy nice".

Paramos en un localcito para probar el Pulque, que es una especie de cóctel hecho con tequila y diferentes sabores, y nos lanzamos a la temida aventura de probar una orden de chapulines (saltamontes), la verdad es que no me entusiasmaron demasiado, sabían como a pipas tijuana, con lima y con picante... una sensación rara, mejor no pensar lo que se está comiendo, pero al final prueba superada!!

También allí, decidimos ir a un lugar en que hacían buena pizza de leña, y cenamos pizza alemana, no es mexicana el nombre pero los ingredientes y el amor de los chef era de lo más mexicano. Vinieron al final de la cena unos chicos mexicanos amigos y novio de la españolita Carmen y nos llevaron a la placita donde nos tomamos otro cóctel, llamado cazuela (tequila, fruta variada y más amor mexicano) escuchando a 3 o 4 grupos de mariachis sin parar de tocar ni un momento.
 De ahí se decidió, jugar al qué apostamos, ¿Qué apostamos a que no cabemos 10 personas en un coche?, sí, así fue, unos encima de otros y maletero fueron las solución para poder ir todos juntos. Pero eso no es lo más fuerte, lo genial fue la adrenalina de ir circulando al lado de la policía y el miedo a ser deportadas al 4º día de estar aquí, flipante, las españolas cagadas literalmente y los mexicanos tan tranquilos, otra experiencia más.
Fue un día bastante largo pero cuando llegamos Vachy, Kyle y yo a casita, al poco llegaron el resto de roomies, los alemanes y Paul, así que acabamos escuchando musiquita y hablando un remix de idiomas de los más chingón.
¿Os podéis creer que entienden mejor el castellano mexicano que nuestro perfecto castizo? Qué indignación!! Además hoy todos los mexicanos están con el ego subido, han ganado a Brasil  y si ya  no hacen más que tocar el claxon de los coches para todo... imaginar hoy!


Otro día más y mejor!!


jueves, 9 de agosto de 2012

CHIDO!!!!


Muuuuy buenas queridos/as!!
Después de dos noches en el hostal, ya esta mañana nos despedimos del recepcionista, nos grabó para hacer un montaje de no sé qué, nos tomó una foto para el muro de la fama y por último hicimos el check-out para marchar a la que será nuestra casa esta temporada. 

Las primeras horas de vida de día en Guadalajara las dedicamos a buscar alojamiento, y eso sí, nos pateamos kilómetros y kilómetros bajo un sol asfixiante (no voy a ponerme morena, voy a coger un tono camionero de lo más chido). Entre tanto caminar y marearnos con tanta casa se nos fue abriendo el apetito y paramos a tomar algo de comer y de beber en una tiendita pequeña, probamos las "burritas de barbacoa" y el agua de sabores (agua de sabor de fresa o limón que toman para comer aquí) y una vez recuperamos energía seguimos caminando. Después me hice con una SIM mexicana para llamar aquí y fuimos a visitar las 2 casas que nos faltaban por ver, la última de ellas es la que triunfó y en la que ya estamos acopladas. Un rato más tarde "agarramos" que no "cogimos" un camión (autobús) donde parecía que ibas trotando en un caballo de lo viejos que son y de los jodidos socabones que no agujeros que tiene el asfalto, pero lo importante es que llegamos para reposar en el hostal. De cena fuimos a por unas hamburguesas al McDonalds, y... ¿cómo se llama el payaso acá? No se llama Ronald, sino Oswaldo, muuuuy fuerte.Y eso no es todo, el ketchup sabe distinto pero lo peor no es eso, sino que se pronuncia y escribe de la misma manera "catsup", tengo pruebas de ello que ya os mostraré. 

Hoy el día también ha sido intenso. He amanecido llena de picaduras de mosquito, pero lo peor es que me había echado mil de repelente antes de dormir, es decir, que los pLutos mosquitos mexicanos se ríen de los repelentes y de mí en particular en mi cara, así que... poco puedo hacer para remediarlo. Después de una duchita y el desayuno, recogimos todas nuestras cosas (maletas y macutos) y nos fuimos a casa de Damian, nuestro casero, tomamos un taxi hasta nuestra nueva casa y visitamos nuestras superhabitaciones. Son enormes, tengo una cama de matrimonio pero cabrían cuatro o cinco más sin exagerar nada de nada. A la hora de comer fuimos Kyle (un compañero de casa de EEUU), Damian (el casero australiano), Manuel (compañero de casa mexicano y chef famoso de tv), Vachy y yo a un restaurante de "comida corrida", que viene a ser comida casera del día, donde comes hasta hartarte y no llega a 4 euros. La comida diferente, muy picante y en cantidades industriales pero ha estado muy gracioso, nos hemos reído muchísimo la verdad. Después vinimos a casa, hicimos sobremesa con un poco de tequila del bueno -nada que ver con el de España- y luego deshice la maleta.  Por la tarde quedamos una mezcla de españoles con mexicanos y Kyle en un bar para tomar unas cervezas y unas alitas de pollos con salsas de todo tipo que te las clasifican en la carta por niveles de picante. Hay 10 niveles, pues solo os digo que han pedido un nivel 5 y he sido incapaz de pegar más de un mordisquito, me ardía todo el cuerpo, exagerado, no me puedo imaginar los niveles mayores pero ya digo, tampoco me atreveré a probarlos.

Y ahora... pues ya en casita, hemos conocido a otros 2 compañeros de casa alemanes que están estudiando sus master aquí y no entienden ni papa de español (por lo menos inglés hablan) y ya un pelín de coloquio en Vachy's room y a dormir que mañana por la mañana vamos a hacer un recorrido por la ciudad en formato turistas y claro tenemos que descansar pues el día será muy largo y tenemos bastantes cosas programadas y otras tantas en proyecto. 

Y de momento muy buena onda y hasta aquí puedo leer... 




miércoles, 8 de agosto de 2012

ACÁ por fin!!

Qué pasa chavos/as!!

Acá me encuentro por fin. 
He sacado un poquito de tiempo para contaros que llegué con éxito a Guadalajara, que estoy bien sana y que me alimento lo mejor que puedo dentro de lo poco que hemos podido optar a comer.

La experiencia de un viaje tan sumamente largo para mí (pues mis trayectos rara vez superan la hora y pico de duración  en los internacionales trayectos Madrid-Bercial o Madrid-Sepúlveda) fue buena a ratos pero muy pero que muy cansada. En Barajas mismo conocimos a una chava muy maja que nos dio sus referencias para cualquier cosa que necesitáramos en GDL, seguidamente vinieron las tristes despedidas (fui fuerte fuerte para no llorar) y después control de seguridad y a coger nuestros asientos. El vuelo Atlanta-Madrid fue bastante cómico, hubo momentos para todo, películas, juegos (partida emocionante de trivial), musiquita y derivados, todo ello con una constante corriente de bebida y comida (jodidos peanuts) que nos hacía más agradable el vuelo en las 3 primeras horas, pero que a partir de la cuarta hora nos hizo sospechar que pretendían cebarnos con fines comerciales, menos mal que no nos tocó bussines porque hubiera sido excesivo. Lo único "malo" es que mientras los más fresas (pijines) se atiborraban de langosta a nosotros solo nos repartieron las toallitas de limón, que la gente para mi sorpresa empezó a restregarse por lugares inhóspitos de sus esculturales cuerpos -no daré más detalles-.
Una vez el vuelo acabó, recogimos los excedentes de comida para posteriores emergencias al igual que una mantita para posibles momentos en los que refrescara y seguidito nos fuimos al control de pasaportes. En un primer momento pensamos "miedo... a ver qué nos dicen", pero un vez ahí nos toco al poli más majo de todo EEUU que nos dio un palique de entre 15 y 20 minutos, menuda conversación intensa tuvimos, después un controlcillo más con una poli (de 2x2 metros de embergORdura) y hacia la puerta de embarque del vuelo Atlanta-GDL. Ahí conocimos a otra chica que coincidencias de la vida era amiga de la chava de Barajas, que como no podía ser diferente (todo el mundo es superamable la verdad) también nos prestó su ayuda. En este 2º vuelo las cosas fueron diferentes, Vachy y yo no íbamos juntas y lo que es peor me tocó al lado un hombre mexicano que durante tres horas no hacía otra cosa que platicar conmigo sobre cosas no muy agradables de la vida acá cuando yo lo único que quería era dormir, eso sí, acabó dándonos también sus referencias y presentándome a media familia suya en pleno vuelo; lo único gracioso que saqué de aquella experiencia con el hombre es que me estuve descoYonando media hora de como llamaba a las azafatas, su nombre oficial para el hombretaño era "Aeromozas", ¿cómo se quedan? yo muerta todavía me hallo. 
Cuando llegamos a tierras mexicanas, pasamos controles, nos requeteolisqueó un perrucho y nos tocó pulsar el botón, ¿y qué es el botón?, pues es una especie de ruleta rusa, si te toca verde respiras tranquila y muestras tu bella sonrisa, si te toca rojo te cagas en la pLuta y te registran todo el equipaje. Nosotras por suerte tuvimos lucecita verde y pudimos ir a agarrar un taxi. Una vez en el taxi el diluvio universal, mil de rayos, gotas del tamaño de kiwis, granizo, piscinas que no balsas de agua y un crazy-driver manejando el taxi a toda leche saltándose semáforos y hablando por el celular, definitivamente pasamos miedo, pero... llegamos al hostal ya de noche, tarde y descompuestas por lo que las aventuras durante el día serán el asunto de la próxima entrada, ah!! y quizás mañana os puedo decir que ya tengo casa!! 

continuará...






lunes, 6 de agosto de 2012

MEXICO allá voy...

¿Maleta lista?

Tengo que admitir que en estos 3-4 últimos días me he empezado a encontrar un pelín inquieta, que no nerviosa, porque con lo despistada que soy para algunas cosas, la misión maleta (en mi caso MALETÓN) no ha sido una tarea sencilla. Como no quería que se me olvidara nada de nada y tengo que ser meticulosa a la hora de hacer ciertas cosas, me he ayudado de no uno, sino de dos blocs de notas. En uno de ellos cosas que hacer antes de meter nada en la maleta y cosas que dejar hechas antes de partir -hay que seguir un riguroso orden de TOC-, y en el otro bloc, una larga lista de objetos variopintos separados en sus correspondientes categorías, como pueden ser, aseo, botiquín (ese apartado que en mi vida abarca bastante debido a mi gran delicadeza), ropa de abrigo, cosas varias (donde incluyo tuvo de snorkel e imperdibles), ropa suave, seguido de un semi-largo etcétera.
El siguiente paso después de efectuar la larga lista, ha sido el de sacar todas esas cosas (a medida que pongo TICs al lado del objeto) y  amontonarlas en algún lugar a la espera del "Tetris" final; ese lugar, ha sido la habitación de Mario, la cual ha quedado totalmente invadida por innumerables montoncitos.
Una vez he conseguido que Mario's Room parezca una tienda de Bershka y/o Blanco en primera semana de rebajas, comienzo a tachar los TICs y a guardar las cosas en la maleta y después de tan duro esfuerzo y tantear lo que pesa en una báscula de baño de hace más de 2 décadas, creo que cumple el peso y por fin LISTA para partir!!!



En unas horas estaré volando rumbo México. A las 11:00am para ser más precisa desaparezco del mapa español, pero en el "Mundi", así que todavía me podéis localizar, pues admito visitas encantada.


Hasta pronto bellos/as!!!!


miércoles, 1 de agosto de 2012

Después de 5 intensas noches en Bercial...


BERCIAL 2012 

Después de unos intensos 5 días con sus intensas 5 noches por tierras segovianas, tengo que comentar que he sobrevivido sin apenas percances. Este año no ha habido visita al "médico cejudo" de guardia, ni articulaciones fuera de su lugar, digamos, que después de fiestas todo sigue en su sitio y por ello ORGULLOSA 100%.
Si he tardado en volver a escribir es porque he estado dando una tregua a mi cerebrito que después de los excesos que le he hecho pasar se merecía unas gustosas vacaciones, al igual que el estómago que de tanto hielo y algún virus también ha terminado por sufrir un pirrinín.


Las fiestas de Bercial prometían y claro, este año no podían ser menos, me lo he pasado como una enana, bailes todas las noches y hasta la madrugada al ritmo de una charanga, una discomovil, una orquesta, una orquestucha penosa (con tio transvestido en tacones con los mismísimos Eggs al aire), la orquesta de la 2ª noche y otra discomovil, han hecho que cada día levantarse fuera un pelin más duro para nuestros "bodies" pues hasta los pasodobles y coplas han estado al nivel del temaTo que no temaZo "Quítate el top".


Como ya he dicho, levantarse era difícil pero si era para comer en panda un rico Pollo al Ajillo o una buena Paellada en compañía de medio pueblo todo valía. Lo que no era tan apetecible era limpiar la guarrería que quedaba en nuestra chocita de obra reconvertida en peña, ha habido que raspar todos los días pues por la noche o bien surtidos manjares o pizzas variadas eran nuestras deliciosas cenas en aquel cuchitril. 
Ah!! Pero eso sí, hemos estrenado unos vistosos ajuares!!!



Lo mejorcito de las fiestas sin duda alguna:
¿Somos una peña?
 ¡¡¡Somos una piña!!!!

Y ya por último me queda por comentar que en el pueblito me he tenido despedir hasta dentro de 6 meses de parte de mi family y de mi hermanito Mario que aunque no se lo crea demasiado le voy a echar mucho de menos.


Y bueno... la aventura con Mijita continúa... SOLO 5 DÍAS para partir!!!!









lunes, 23 de julio de 2012

2 weeks... Pre-fiestas Bercial

Only 2 weeks to go... 


Esta semana pasada, desde que llegué de tierras sepulvedanas, he estado bastante tranquilita la verdad, solo me he dedicado a descansar y algún quehacer, como por ejemplo fue viajar a la Universidad Autónoma (aquí) para recoger mi compi Hugo y yo una pLuta carta de aceptación de la Universidad de Guadalajara (allí) elemental para estudiar en México. Claro, cuando oyes "carta de aceptación" esperas algo así como importante, no necesariamente tallado en madera o bordado en seda, pero lo que menos esperas es que te van a hacer ir hasta el quinto coNo a buscar una hoja similar a una fotocopia casi en papel pinocho más arrugada que una camisa de lino, que bueno ya puestos, hubiera sido diferente y me hubiera hecho algo de ilusión si hubiera llevado incorporada una mancha de guacamole, pero no, ni eso, y claro, mi gozo en un pozo.

El martes picnic con una parte de Psimarabalacas para una despedida a Andre que ya está rondando feliz de la vida por Argentina.


El miércoles merienda para despedirme definitivamente de las sepulvedanas Ana Pri, Patri y Gala.

Y 2 días más tarde, miniquedada con mi otra compi Vachy para ultimar cosas del viajecillo y anotar dudas y cosas que tenemos pendientes para la llegada y demás.

El sábado, GRAN SÁBADO, con mis excompis de basket nos dirigimos a Belinchon a la casita de Chiru, ni más ni menos que Raquel, Patri, Marta y yo. Piscinita, pollos, mejillones, Lambrusco, aceitunas, pepinillos, doritos, galletitas... y como enanas gamberras nos lo pasamos fenomenal, no está mal como despedida hasta dentro de 6 meses, nada mal!!!!


Y hoy a 14 días de empezar la aventura por tierras mexicanas, los días cada vez pasan más y más rápido, y lo mejor, cada vez quedan menos cosas por hacer (YUUUUJUUUUU!!!!!). Hace unas horas sin ir más lejos me he convertido en una técnica móvil de lo más friki, pues tirando de google y una gran dosis de aburrimiento me he lanzado a la curiosa experiencia de liberar un /shelular/ para poder meterle una SIM mexicana, todo ello vía Internet y sin pagar un solo eurele, seguramente ya lo sabíais pero yo lo he descubierto hoy mismo (voy 2 años con retraso en lo que se refiere a tecnología ya me conocéis), pero la verdad es que me he sentido muy realizada, me conformo con poco pues.

Pero por otro lado, hace escasos 15 minutos, he estado haciendo otra cosita aún si cabe más importante, preparar la maleta para las fiestas de Bercial 2012. La verdad es que no me ha costado mucho prepararla, pues el kit de supervivencia básico de unas fiestas segovianas consta de camisetas variadas (no hace falta matarse a elegir en fiestas TODO vale), alguna chaquetita (que luego refresca), zapatillas que no te de pena tirar (acaban ebrias y bailando jotas solas), 2 o 3 modelitos para las procesiones (dependiendo de las fuerzas que te queden para ir) y ganas muchas ganas, de esto último no me faltan, pues aunque un motivo podría ser que en  14 días desaparezco del mapa castellano, digamos que el año pasado con una pierna más similar a una pared enyesada y un espíritu más de anciana que de mozuela de buen ver... no pude DARLO TODO, eso sí, este año con prudencia para no acabar igual, pero... voy A TOPE!!


Hasta la semana que viene!!!

martes, 17 de julio de 2012

Feria Mediaval - Tex-Mex

FINDE EN SEPÚLVEDA


Viernes 13:

Me resisto a irme de Madrid, pero al fin salgo al encuentro de mis compis de viaje (Gala y Ana) y... Oh My God!! Parece que el maletero del "polito" se queda un poco corto pero nos dirigimos al próximo destino: MERCADONA. La compra, pues lo básico, algunos vasos, refrescoS y almiranteS para preparar unas deliciosas pero humildes consumiciones el fin de semana. De vuelta con la compra al parking, hay que salir, estrecheces, sentido contrario y mala idea, 2 metros me separan del cacharro para poner el código de la barrera, pero no hay problema, Gala rauda y veloz se acerca y vuelve corriendo para por fin irnos a Sepul. En el coche, un mini-atasco, un intento de videoclip, desenfreno con Morena Mía (Disco aÑejo) y llegada. Descargamos, reponemos fuerzas con unas rosquillitas de "la Antonia" y bajamos a tomar algo. Cena rápida, ducha y copas mano a mano en Gala's house, y a partir de ahí... muy buena noche, vuelta a casa, rosquilla, cama, ancla, y hasta luego!



Sábado 14:

Tras 5 horitas de sueño, ¿por qué despertarse con despertador o en su defecto gallo teniendo a 20 pLutos metros unas pLutas campanas durante 10 minutos retumbando en tu cerebro? Sí, así es de dura la vida. ¿Y para desayunar? ¿Rosquilla? No. Una deliciosa ASPIRINA. Duchita. Y de vuelta al Vermut medieval, debut como tabernera medieval bajo el papel de friega vasos y zampa aceitunas y después a disfrutar de unas cañitas en Passarela. Vuelta a casa, de merienda paella de Angelines y siesta express. Ducha relajante y a la plaza que hemos quedado para cenar ( Oh...falta mucha gente, de momento 3personas de 15). Y yo engañada, SORPRESA tras SORPRESA (Mil gracias a tod@s, me encantó) a partir de ese momento, Mijita empieza a flipar, broches para todos, mural mexicano con los nombre de todos, poster "guía repsol" (sepulvedana por México), pulseras mexicanas, album de recuerdos sepulvedanos, y para meterme en el papel un completo traje de mexicana con su gorrito y un cambio de acento y a disfrutar de la noche.

  


Repito SOIS FLIPANTES Y OS VOY A ECHAR DE MENOS MUCHÍSIMO


Domingo 15:

Tras 4 horitas en el sobrecito, todo el mundo arriba, ducha rápida que el Vermut nos espera, "calorcito, cañita, sombrita" (bis), (bis), (bis)... Y en Passarela, Montero nos ofrece una degustación de paellita rica, sobremesa ¿con café? No, con cañita. Parece que a la sombra refresca. Paseo a casa, merienda de croquetas caseras by Angelines y ropa más calentita, teatrillo en el Arco (Lucía YaYa) y teatro en la plaza con un momento de improvisación de Patri que me encantó (¬¬), si es que sois unas AR-TIS-TAS. Vuelta a casa... ya nos pesan más los pies y tras una horita de descanso de reparador a la Violeta con la calma. Charlas relajadas, despedidas y a casa, unas horitas no de "rave" sino de coloquio intensivo (Tertulianas: Gala y Patri) un hasta luego y con mucha penita me doy cuenta que el finde se acabó.




MUCHAS GRACIAS, OS QUIERO